PALENQUE
Esta gran ciudad maya se ubicaba en un lugar privilegiado: protegida al sur por un terreno elevado, y al norte por un acantilado, además, hay nueve arroyos perennes que fueron manipulados para aprovechar su caudal en los distintos complejos arquitectónicos y evitar inundaciones en las áreas urbanas.
La ciudad está rodeada por una serie de lomas cuyo suelo es poco apto para la agricultura. Sin embargo, a unos pocos metros de distancia del asentamiento, en terrenos más bajos y planos hay llanuras fértiles de donde se obtenían hasta tres cosechas al año.
La ciudad prehispánica y el Parque Nacional de Palenque fueron inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial en 1987 como uno de los principales sitios mayas que ejerció su influencia sobre otros asentamientos de la cuenca del río Usumacinta.
En una superficie de 16 kilómetros se levantan más de 1500 estructuras arquitectónicas y construcciones, entre las que destacan el Templo de las Inscripciones, el Gran Palacio, el Templo XI, los templos de La Cruz Foliada, del Sol y del Conde, así como el Juego de Pelota.
En los alrededores de la zona arqueológica, de exuberante vegetación, podrá practicar el trekking y apreciar la flora y fauna, en una extensión de más de 1,700 ha. que conforman el Parque Nacional Palenque, donde habitan diferentes tipos de aves y mamíferos como jaguares y monos aulladores.
Fuentes:
Arqueología Mexicana, “Palenque”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 102, pp. 30-35.